«No nos aburras, vete al estribillo». El palmario título que Roxette eligieron para su primer recopilatorio del 95 (‘Don’t bore us, get the chorus!’) ilustra la mentalidad con la que el dúo sueco Roxette ha entendido el pop desde hace 25 años. Los que han pasado desde que Per Gessle y Marie Fredriksson postergaran sus carreras individuales y se aliaran para facturar un pop directo, pegadizo y de fácil digestión que ejemplifica la capacidad de los grupos nórdicos y suecos en particular para clonar los modelos convencionales del pop anglosajón más vendedor.
Una tradición que se remonta a los inicios de Abba, cuyos compositores (Björn Ulvaeus y Benny Andersson) recibían regularmente los discos de éxitos para escudriñar los ingredientes musicales que debían incorporar a sus grabaciones. Roxette la han cultivado a su manera con unos resultados comerciales que les convierten en el segundo grupo sueco de mas éxito y, por extensión, uno de los grupos europeos más vendedores.
Así lo evidencian las más de 70 millones de copias colocadas y los cuatro números 1 que encadenaron en Estados Unidos desde que se dieran a conocer en 1988 con ‘The Look’. Roxette habían sido un suceso en Suecia con su debut, ‘Pearls of Passion’ (86), pero eclosionaron en las ondas cuando el tercer sencillo de su segundo trabajo, ‘Look Sharp!’, pasó de ser aireado por casualidad por un pequeña emisora de Minneapolis a ser radiado sin cesar hasta devenir en un hit planetario trepando a lo alto de las listas de 25 países.
Adoración por la radioUn cuento de hadas pop propio de otros tiempos que sirve para explicar la adoración que Roxette sienten por la radio musical y que muestran una vez más en ‘She’s Got Nothing On (But The Radio)’, («Ella no lleva nada puesto, excepto la radio»), el single de título graciosete lanzado como adelanto de su nuevo disco, ‘Charm School’, que verá la luz en febrero. «Hemos puesto al día nuestro viejo encanto», ha dicho Per Gessle diez años después de su disco menos vendido, ‘Room Service’. El álbum marca el retorno de una pareja creativa (que no sentimental) que interrumpió su andadura en 2002 cuando a Marie Fredriksson le diagnosticaron un tumor cerebral. Hasta cuatro discos en solitario fue sacando Gessle mientras la otra mitad de Roxette batallaba contra una enfermedad que terminó por superar hace tres años.
Tras un primer contacto en directo en la gira en solitario de Gessle en 2009 y algunos shows como estrellas de la masiva gira Night of the Proms, Roxette empezaron «a planear la posibilidad de hacer un nuevo disco que captase todo lo bueno de Roxette sin dejar de mirar al futuro. Aunque yo cante en el primer sencillo, el punto de partida sigue siendo escribir canciones para la voz de Marie. Tiene una habilidad especial para hacerte creer cada palabra que canta y por eso da vida a las historias», ha dicho Gessle de su disco, que presentarán en una gira planetaria cuyo inicio está previsto para abril.
Roxette - Charm School (EMI) Sin recurrir a productores comerciales de postín ni asumir nuevas tendencias, la puesta al día del dúo sueco pasa por recuperar la fórmula con la que reinaron en la radio. Pop-rock al uso aderezado con guitarras, teclados, estribillos y melodías adhesivas, letras con ironía y dosis de almíbar baladístico.
Fuente: EL CORREO
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